Boletín Solusoft: marzo 2020

LA TASA GOOGLE: EL NUEVO IMPUESTO DIGITAL

Recientemente, el gobierno ha aprobado un Proyecto de Ley para la llamada Tasa Google, en la que se aplica un impuesto especial que deben abonar empresas cuya actividad es digital y superan los 750 millones de facturación. También ha aprobado la Tasa Tobin, que grava la compra de acciones

La creación de la tasa Google entrará en vigor, con toda probabilidad, a finales del año 2020. Esta tasa pretende gravar con un 3% los ingresos generados por servicios de publicidad online, de intermediación digitales y por la venta de datos obtenidos a partir de información de los usuarios.

La tasa Google afectará a las grandes empresas digitales que, mundialmente, facturen al menos 750 millones de euros y 3 millones en España. Con esta medida, Hacienda pretende recaudar alrededor de 1.000 millones de euros en un ejercicio fiscal completo, sin embargo, como la medida aún no ha entrado en vigor, esta cifra será menor en el año 2020.

Las empresas a las que afectará esta medida, principalmente, son macro empresas tecnológicas con grandes ingresos por publicidad como la propia Google, Facebook, HBO, Netflix, Microsoft, Tripadvisor o Amazon. Sin embargo, otras compañías que solo realizan venta online o textil, como Zara o El Corte Inglés, que sí utilizan la publicidad digital, quedarían excluidas de pagar estos impuestos.

La tasa Google viene acompañada de la tasa Tobin, que pretende gravar con un 0.2% la compraventa de acciones de empresas españolas cuyo valor en bolsa sea mayor de 1.000 millones de euros. Los intermediarios financieros que ejecuten estas compras serán los que tengan que abonar la tasa.

EL RECONOCIMIENTO FACIAL COMO MÉTODO PARA OBLIGAR A CUMPLIR LA CUARENTENA POR CORONAVIRUS

Rusia ha comenzado a utilizar la tecnología del reconocimiento facial para hacer cumplir la cuarentena de coronavirus a miles de turistas que han llegado a sus fronteras. Se utiliza en hoteles, apartamentos y otros lugares en los que puede haber ciudadanos chinos.

El coronavirus tiene en jaque a todo el planeta, aunque en Rusia, debido a la cercanía con China y a la gran cantidad de habitantes, le preocupa sobremanera. Tanto es así, que en enero decidieron cerrar la frontera con China para intentar prevenir la propagación del virus. Ahora, han dado un paso más allá y han decidido utilizar la tecnología de reconocimiento facial para detectar a las personas que llegaron desde China a Rusia.

Actualmente, se está utilizando esta tecnología en hoteles, apartamentos u otros lugares en los que se cree que pueden vivir ciudadanos chinos. Esto se está realizando para que las personas afectadas cumplan la cuarentena de 14 días (periodo de incubación del virus). Además, los ciudadanos que llegaron desde China tienen que someterse a exámenes médicos: pruebas para el coronavirus, pruebas físicas, etc.

El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, ha confirmado que disponen y usan sistemas de reconocimiento facial y que, junto a otras tecnologías, supervisarán constantemente el cumplimiento de dicha cuarentena. Aparentemente, esta tecnología está funcionando ya que han detectado varios casos en los que las personas debían estar en cuarentena en sus residencias y no lo han cumplido.

Mientras tanto, en China, irónicamente se enfrentan a otro problema: debido al uso de mascarillas de la mayoría de sus ciudadanos, el Gobierno no puede usar la tecnología del reconocimiento facial, algo que, según informa Xataka, es esencial para la vida en el país asiático ya que la biometría se usa para múltiples aspectos de la vida diaria, como pedir citas médicas o subir a un avión.

¿CÓMO TENER MÁS PRIVACIDAD EN WHATSAPP?

A pesar de que WhatsApp dispone de múltiples herramientas que protegen la privacidad de sus usuarios, podemos tomar algunas medidas extras para aumentar la seguridad de nuestra cuenta.

La privacidad es algo que preocupa cada vez más a los usuarios y se buscan más formas de intentar proteger nuestros datos, más aún en una aplicación como WhatsApp, en la que se mantienen conversaciones de todo tipo entre los usuarios.

Por ello, hay algunos pequeños trucos que la aplicación ha ido implementando para proteger la seguridad y privacidad de sus usuarios, ¡apúntalos!:

• Modifica la privacidad de tu foto de perfil, tu estado o la última hora de conexión de la siguiente manera: configuración > cuenta > privacidad y elige las opciones que más se adapten a ti.
• Si vas a enviar información delicada, como datos personales, información bancaria, etc. verifica el cifrado en esta conversación. Para ello, toca sobre el nombre del contacto, desliza y ve a la opción ‘cifrado’. Una vez que entres verás un código QR y las palabras ‘escanear código’. Después escanea el código de tu contacto y ya estaría listo.
• Deshabilita la copia de seguridad en la nube. Aunque suele ser muy cómodo, las copias que se almacenan en Drive o en iCloud no están cifradas. Para ello, puedes deshabilitar la opción de la siguiente forma: menú > ajustes > configuración > chats > copia de seguridad de chat > guardar en Google Drive > nunca.
• Ubicación en tiempo real. En ocasiones, hemos podido enviar la ubicación en tiempo real y se nos olvida desactivarla. Se puede comprobar con quién se está compartiendo el dato de la siguiente manera: ajustes > cuenta > privacidad > ubicación en tiempo real.
• Sobre todo, ¡actualiza la app! En cada nueva actualización, es posible que WhatsApp mejore su privacidad, aunque no sea visible para el usuario.

¿CÓMO MEJORO LA USABILIDAD DE MIS PRODUCTOS?

La usabilidad, la utilidad, la belleza… son características cada vez más necesarias para diseñar una correcta experiencia de usuario. En este informe te contamos qué características son necesarias para que tus productos sean bonitos, útiles, pero, sobre todo, usables.

Cuando hablamos de experiencia de usuario, suele haber varios conceptos entrelazados que la conforman. Según Peter Morville, presidente de Semantic Studios, señala 7 características que componen la experiencia de usuario y lo refleja en un panal: útil, utilizable, encontrable, creíble, accesible, deseable y valioso.

Nosotros nos vamos a centrar, sobre todo, en 3: útil, utilizable y la belleza. Por tanto, lo primero de todo, es definirlos ya que en muchas ocasiones pueden generar confusiones:

• Bonito: lo bonito es lo que está alineado con la moda y lo marca la sociedad.
• Usable: es algo fácil de usar.
• Útil: lo que sirve para algo.

Estos 3 conceptos se entrelazan y se afectan entre ellos, por ejemplo, puedes tener algo fácil de usar, pero que no sirva para nada o que estéticamente no sea agradable. Es muy importante integrar estos 3 conceptos para poder tener la mejor experiencia de usuario posible.

Se debe partir de la utilidad. Debemos encontrar lo realmente necesario, el pain del usuario y, a partir de ahí, debemos configurar una herramienta que le sea útil. Además, habría que definir el tipo de usuario al que vamos a dar solución ya que no es lo mismo realizar una herramienta cuyo destinatario son personas mayores de 70 años, que no acostumbran a tratar con tecnologías que una herramienta que necesite una generación millenial. Siempre hay que tener claro que el fin es solventar el problema del usuario al que nos dirigimos.

Una vez que tenemos la utilidad hay que comenzar a construir la usabilidad, es decir, algo fácil de usar haciendo que la comunicación usuario-máquina sea sencilla. De esta manera, habrá que construir la usabilidad pensando en el usuario avanzado y en el menos avanzado, de forma que a ambos les sea usable. ¿Y cómo lo conseguimos? Dando al usuario avanzado las claves para que pueda sacar a la herramienta el máximo partido posible y facilitarle al usuario menos avanzado el uso de la herramienta para que pueda aprender.

Ahora que ya tenemos la utilidad y la usabilidad nos podemos centrar en la belleza. Para construir la belleza nos tenemos que apoyar en la utilidad final de un proyecto y darle un valor. La belleza siempre estará en consonancia con la usabilidad y nunca puede perder la utilidad. Es decir, puedes tener un botón bello, que dé ganas de pulsarlo pero que, al pulsarlo, no haga nada.

Todo esto forma parte de la experiencia de usuario, pero, ante la pregunta, ¿se puede diseñar una única experiencia de usuario? La respuesta es no. Se puede hacer que estos elementos se alineen para conseguir una mejor experiencia de usuario, pero no una única ya que las circunstancias de los usuarios (atributos políticos, emociones, sentimientos, situación social, etc.) cambian constantemente.

Ahora pasamos a desgranar los 10 puntos clave para que la web/la aplicación/ el producto que vayas a construir sea usable:

1. Que tenga visibilidad e informe al usuario del estado. Por ejemplo, podemos incluir barras de progreso mientras algo está cargando. También podría mostrarse, al rellenar un formulario, unos botones que indiquen en qué paso del formulario te encuentras.
2. El lenguaje del sistema debe ser el mismo que el del usuario. Con lenguaje nos referimos no solo a idioma, sino que lo que aporte el sistema debe ser entendible. Por ejemplo, en Google Maps, no serviría de nada que solo nos diese una latitud y una longitud. Lo correcto es que nos diga la calle en la que nos encontramos.
3. Que el usuario tenga control y libertad. Es muy importante darle la libertad para que el usuario se pueda marchar cuando quiera o libertad sobre lo que hace, por ejemplo, la opción de borrar mensajes en WhatsApp.
4. Seguir los estándares y disponer de una buena consistencia comunicativa. Hay patrones y diseños estandarizados, por ejemplo, el color verde es aceptar, la X es cancelar, a la derecha se suele poner la opción de aceptar, a la izquierda cancelar, y el símbolo de compartir le conocemos todos. No nos saltemos estas normas.
5. Prevenir posibles errores. Por ejemplo, si obligas a rellenar una contraseña que debe cumplir ciertos parámetros, es importante que se lo indiques con antelación. Otra opción sería que la herramienta nos diese sugerencias cuando algo es erróneo.
6. Reconocimiento antes que la memoria. Incluir iconos, símbolos, etc. para que al usuario le ayude a reconocer tu producto.
7. Flexibilidad y eficacia de uso. Un buen ejemplo sería la opción de dar atajos a los usuarios más avanzados como activar la opción de usar la tecla tabular entre los distintos campos de un formulario.
8. Diseño minimalista que favorezca la usabilidad, por ejemplo, que no haya demasiados botones para no confundir al usuario.
9. Reconocimiento y recuperación de errores. Por ejemplo, que los mensajes que se muestran sean coherentes, es decir, “error 1564” no sería entendible por el usuario. Sin embargo, si le mostramos una pantalla que diga que ha habido un fallo en la red es más correcto. También es importante dar unos plazos…“prueba en unos minutos”.
10. Mostrar ayuda. Esto sería el caso del código CVC en una tarjeta de crédito a la hora de realizar un pago. Aunque ahora esté muy extendido antes no se sabía qué era exactamente el código CVC y se mostraba una foto o un pequeño texto en el que te explicaban dónde estaba.

Y ahora que ya tienes los puntos, ¿tu producto es usable? Si no lo consigues, en Solusoft disponemos de un departamento de diseño y UX/UI que puede ayudarte a mejorar la experiencia de usuario.

SANTIAGO FERNÁNDEZ

Responsable de diseño y UX/UI